Fisioterapia - Dolor y Daño

10.08.2020

¿Cómo puede ser que no me haya dado cuenta de esta herida hasta llegar a casa? Acabo de llegar a casa después de una ruta en bici de monte, y al ducharme "Ostrás que dolor", ni me había dado cuenta.

El dolor se define como una sensación desagradable,  generada por el cerebro ante una amenaza real o potencial. Es decir, como una señal de alarma que nos avisa incluso antes de hacernos daño. Pero... en este caso sí que ha habido lesión (arañazo) y no me ha avisado. ¿Se habrá estropeado mi alarma? 

¿Es siempre proporcional el dolor que sentimos con la lesión que tenemos?

La respuesta es NO. Podemos sentir mucho dolor y tener poca lesión, pero también podemos no sentir dolor y estar desangrándonos. Todo dependerá de lo que el cerebro considere en cada contexto.

En mi caso, he salido con la bicicleta de montaña por sendas que no conozco, muy cerradas por la vegetación y con tramos técnicos y difíciles. En algún tramo cerrado me  he debido arañar la mano y el brazo, pero mi cerebro no ha considerado esa lesión como amenazante ante tal contexto, por lo que no me he enterado durante la ruta.

Pero al llegar a casa... ha cambiado el contexto y han desaparecido otras posibles amenazas como equivocarme de camino, no caerme de la bicicleta, no saber a dónde iban esas sendas y... ¡madre mía que dolor! El cerebro ha decidido sensibilizar la zona para que me entere y tenga cuidado.

En fin, mi sistema de alarma funciona perfectamente. Y esta flexibilidad de la alarma (que suena más o menos en función del contexto) es muy importante para la supervivencia.